Las bienaventuranzas, una receta de felicidad. Mt 5, 1-10
5 Cuando vio a las multitudes, subió a la ladera de una montaña y se sentó. Sus discípulos se le acercaron, 2 y tomando él la palabra, comenzó a enseñarles diciendo:
3 «*Dichosos los pobres en espíritu,
porque el reino de los cielos les pertenece.
4 Dichosos los que lloran,
porque serán consolados.
5 Dichosos los humildes,
porque recibirán la tierra como herencia.
6 Dichosos los que tienen hambre y sed de justicia,
porque serán saciados.
7 Dichosos los compasivos,
porque serán tratados con compasión.
8 Dichosos los de corazón limpio,
porque ellos verán a Dios.
9 Dichosos los que trabajan por la paz,
porque serán llamados hijos de Dios.
10 Dichosos los perseguidos por causa de la justicia,
porque el reino de los cielos les pertenece.
porque el reino de los cielos les pertenece.
4 Dichosos los que lloran,
porque serán consolados.
5 Dichosos los humildes,
porque recibirán la tierra como herencia.
6 Dichosos los que tienen hambre y sed de justicia,
porque serán saciados.
7 Dichosos los compasivos,
porque serán tratados con compasión.
8 Dichosos los de corazón limpio,
porque ellos verán a Dios.
9 Dichosos los que trabajan por la paz,
porque serán llamados hijos de Dios.
10 Dichosos los perseguidos por causa de la justicia,
porque el reino de los cielos les pertenece.
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