Cuando se formaron las primeras comunidades cristianas, los
apóstoles realizaban muchas tareas: bautizaban, predicaban y organizaban las
ayudas a los más pobres. Pedro, como responsable de la Iglesia, coordinaba y
visitaba las comunidades.
En la comunidad de Jafa había una cristiana ejemplar llamada
Tabita, que enfermó y murió. Entonces, llamaron a Pedro. Cuando Pedro llegó,
rezó por ella y la resucitó. Al ver este milagro, muchos creyeron en
Jesucristo.
En la ciudad de Cesarea, Pedro bautizó al centurión romano
Cornelio y a su familia. Algunos discípulos criticaron a Pedro porque pensaban
que solo los judíos podían bautizarse. Pedro les explicó que Dios acepta a todo
el que lo ama.
Cada día se bautizaban más personas, y eran tantos los
necesitados que pedían ayuda que los apóstoles no podían atender a todos. Por
allí, decidieron dedicarse solo a predicar y convocaron una asamblea.
En la asamblea, los apóstoles eligieron a siete diáconos
para que se encargaran de atender a los pobres. Esteban fue uno de los diáconos
elegidos. Murió apedreado por defender su fe cristiana. Fue el primer mártir
cristiano.
Religión Católica 5º
de primaria. Páginas 76 y 77. Aprender es crecer. Anaya.
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