La sinceridad es necesaria para
construir un mundo más justo y más pacífico. Cuando las personas somos sinceras
creemos el uno en el otro.
Según vamos creciendo, nuestras
relaciones se van haciendo más fuertes y comprometidas. Un valor importante en
la construcción de la amistad es la sinceridad.
La sinceridad facilita crear lazos y fortalece la confianza entra las personas,
porque se basa en la verdad y en la honradez.
Ser sinceros consiste en buscar y
decir la verdad, supone no mentir. Ser sinceros significa vivir en la honradez,
nos conduce a expresar lo que somos y sentimos, a ofrecernos a los demás sin
fingir ni aparentar lo que no somos.
El engaño y las mentiras generan
desconfianza; las personas no confían en quienes les mienten. Por el contrario,
la verdad y la sinceridad generan confianza.
Cuando somos sinceros con los
amigos, los amigos también son sinceros con nosotros; es una relación en la que
compartimos lo que somos.
Actividad:
-
¿Somos sinceros con los demás? ¿Y con nosotros
mismo?
-
¿Qué consecuencias positivas tiene un
comportamiento sincero con los demás?
Libro: De tu mano, Jesús. Religión Católica, 3º de Educación Primaria.
Editorial Bruño. Página 51
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