El Papa, como sucesor de san Pedro, es la máxima autoridad en la Iglesia. Tiene la tarea, por una parte, de dirigir y gobernar la Iglesia, conservar en su integridad la Palabra de Dios y asegurar la unidad de todos los cristianos; por otra parte, impulsar en el mundo los caminos de la paz, la justicia y de la solidaridad. Estar unidos al Papa y aceptar su autoridad es garantía de unidad y señal de pertenencia a la Iglesia que Jesús quiso, que es la Iglesia Católica.
Hay algunas confesiones cristianas que, en su día, no aceptaron la autoridad del Papa y se separaron de la Iglesia Católica. Es el caso de los protestantes y de los ortodoxos. Son cristianos, pero no se consideran católicos en el sentido de ser miembros de la Iglesia Católica.
En los últimos años se han hecho avances importantes para lograr la unidad de todos los cristianos, como quiso Jesús.
Fuente: Religión Católica. 6º de primaria. Se llama Jesús. Editorial Sm
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