Los antiguos profetas de la Biblia habían hablado del nacimiento de un niño extraordinario: el Mesías. Él traería la paz sobre la Tierra con un mensaje de salvación. El Mesías sería el Hijo de Dios entre los hombres.
María era una sencilla y bondadosa joven que vivía en una pequeña aldea, llamada Nazaret, al sur de la región de Galilea.
Una mañana, estando María sola, se presentó ante ella un ángel con un extraño saludo:
- Dios te salve, María, llena eres de gracia. Dios te ha escogido entre todas las mujeres para que de tu vientre nazca su Hijo. Vas a tener un niño y le pondrás el nombre de Jesús. Será alabado como un rey y su reino no tendrá fin. El Espítiru Santo bajará hasta ti y así concebirás a tu Hijo. También Isabel, tu prima, aunque anciana, va a tener un niño. Alégrate, María, porque éstas son grandes y buenas noticias.
Fuente: Historias maravillosas de la Biblia. Editorial: Everest
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