5 Cuando
ustedes oren, no sean como los hipócritas, a quienes les gusta orar de
pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas para que la gente
los vea. Les aseguro que con eso ya tienen su premio. 6 Pero
tú, cuando ores, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre
en secreto. Y tu Padre, que ve lo que haces en secreto, te dará tu
premio. 7 »Y
al orar no repitan ustedes palabras inútiles, como hacen los paganos,
que se imaginan que cuanto más hablen más caso les hará Dios. 8 No sean como ellos, porque su Padre ya sabe lo que ustedes necesitan, antes que se lo pidan. 9 Ustedes deben orar así: “Padre nuestro que estás en el cielo... Mt 6, 5-10
LUGARES EN LOS QUE REZABA JESÚS
Mc 1, 35 De madrugada, cuando todavía estaba oscuro, Jesús se levantó y salió de la ciudad para ir a orar a un lugar solitario.
Mc 6, 46 Y después que los hubo despedido, se fue al monte a orar.
Mt 14, 23 Despedida la multitud, subió al monte a orar aparte; y cuando llegó la noche, estaba allí solo.
Lc 9, 28 Unos ocho días después de esta conversación, Jesús subió a un cerro a orar, acompañado de Pedro, Santiago y Juan
Jn 11, 41-43 Quitaron la piedra, y Jesús, mirando al cielo, dijo:
—Padre, te doy gracias porque me has escuchado. 42 Yo sé que siempre me escuchas, pero lo digo por el bien de esta gente que está aquí, para que crean que tú me has enviado.
43 Después de decir esto, gritó:
—¡Lázaro, sal de ahí!
ENSEÑANZA QUE JESÚS NOS TRANSMITE SOBRE LA ORACIÓN
Les dijo también: ¿Quién de vosotros que tenga un amigo, va a él a medianoche y le dice: Amigo, préstame tres panes, 6 porque un amigo mío ha venido a mí de viaje, y no tengo qué ponerle delante; 7 y
aquél, respondiendo desde adentro, le dice: No me molestes; la puerta
ya está cerrada, y mis niños están conmigo en cama; no puedo levantarme,
y dártelos? 8 Os
digo, que aunque no se levante a dárselos por ser su amigo, sin embargo
por su importunidad se levantará y le dará todo lo que necesite. 9 Y yo os digo: Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. 10 Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. Lc 11, 5-10
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