¿Qué os parece? —continuó Jesús—. Había un hombre que tenía dos hijos. Se dirigió al primero y le pidió: “Hijo, ve a trabajar hoy en el viñedo.” “No quiero”, contestó, pero después se arrepintió y fue. Después el padre se dirigió al otro hijo y le pidió lo mismo. Éste contestó: “Sí, señor”; pero no fue.
Para pensar...
Cuántas veces nos ha dicho mamá o papá: "recoge la ropa", "has los deberes", "ordena tu habitación", etc.
En nuestro interior puede salir la pereza, hacernos los remolones, no tener ganas y decirle el famoso "yaaa voy". A veces, ese "ya voy" se olvida y nos entretenemos jugando con la Wii, la play station o cantando las canciones de nuestro cantante preferido.
Que seamos como ese primer hijo, que aunque no tengamos ganas, hagamos lo que nuestros padres y adultos nos dicen, siempre será por nuestro bien.
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