Al salir de Egipto, el pueblo de Israel vivió en el
desierto. Allí, Moisés permaneció cuarenta día en el monte Sinaí hablando con
Dios. Dios le entregó los Diez Mandamientos e hizo una alianza con él. Si los
israelitas los cumplían, Él los protegería.
Dios también pidió a Moisés que construyeran un santuario y
objetos religiosos para colocar en él un arca de madera, un candelabro de oro,
un altar…además, les prohibió que crearan ídolos y les dieran culto.
Cuando Moisés regresó, los israelitas estaban adorando a un
becerro de oro que habían fabricado con sus joyas. Lo adoraban como si fuera el
mismo Dios. Moisés le destruyó y pidió que los perdonara por tan grave ofensa.
Dios los perdonó.
Luego, Moisés mandó construir un arca de madera de gran
belleza, recubierta de oro, con dos querubines. En su interior guardó las
tablas de piedra con los Diez mandamientos, y colocó el arca dentro de una gran
tienda, que servía de santuario.
La llamaron arca de la Alianza porque recordaba la alianza
entre Dios e Israel, y se convirtió en el principal símbolo religioso judío.
Cuando el rey Salomón construyó el Templo de Jerusalén, el arca fue colocada en
su interior.
Religión Católica 5º
de primaria. Páginas 126 y 127. Aprender es crecer. Anaya.
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