Señor,
hoy inicio una etapa nueva,
un curso más,
que me acerca y me lleva
hacia las responsabilidades
que me esperan en la vida.
Señor,
no sé lo que me espera.
Sé que es una aventura
y la quiero poner ante tu presencia,
como se pone una ofrenda,
como se deposita una promesa.
Señor,
no quiero que estés lejos de mí,
no quiero que lo mío esté al margen de Ti.
Tú serás mi compañero,
yo te lo confiaré todo
y aprenderé a descubrirte
en las esquinas del camino,
en las subidas y también en las bajadas:
siempre.
Fuente: Oración Joven. Editorial CCS/Madrid. Pág. 302.
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