Muchas personas sufren diversas enfermedades que les impiden trabajar y esa situación a veces les obliga a mendigar para poder satisfacer sus necesidades. Jesús quiere que seamos generosos y apoyemos a esas personas, como lo hizo él con un joven de la ciudad de Jericó que había nacido ciego.
El ciego de Jericó. Marcos 10, 46-52
Fuente: El ciego de Jericó. Milagros de Jesús. Editorial San Pablo.
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