barra

jueves, 13 de mayo de 2010

¿Para quién las cruces?

Salmo desde el sí de María.

María, Madre del sí,
tu ejemplo me admira.
Me admira porque arriesgaste tu vida;
me admira porque no miraste a tus interese
sino a los del resto del mundo;
me admira y me das ejemplo de entrega a Dios.

Yo quisiera, Madre, tomar tu ejemplo,
y entregarme a la voluntad de Dios como tú.
Yo quisiera, Madre, seguir tus pasos,
y a través de ellos acercarme a tu Hijo.

Yo quisiera, Madre, tener tu generosidad y entrega
para no decir nunca “no” a Dios.
Yo quisiera, Madre, tener tu amor
para ser siempre fiel a tu Hijo.

Madre del sí,
pide a tu Hijo por mí, para que me dé tu valentía.
Pide a tu Hijo por mí, para que me conceda
un corazón enamorado de él.
Pide a tu Hijo por mí, para que me dé
la gracia necesaria para entregarme y no fallarle nunca.

Reflexiones
Toda la vida de María fue un continuo sí a Dios:
• Siempre hizo su voluntad.
• Fue humilde. Jamás alardeó de ser la Madre de Jesús.
• Siempre fue fiel a Jesús, incluso cuando todos le abandonan.
• Su vida fue una entera confianza en Dios.
• Nunca fue mediocre; jamás jugó con Dios. Se entregó por entero.
• Fue la que alimentó la fe de los apóstoles cuando dejaron de creer.

En su momento, María, supo decir “sí” a Dios, y esa respuesta supuso la presencia de Dios en nuestro mundo, en cada persona. Hoy Dios, al igual que María también te pide que le digas “sí”. Quizás no ocurrirán cosas tan increíbles como las que sucedieron hace dos mil años, pero tu vida cambiará y, al igual que María, harás posible que Dios entre en la vida de muchas personas.
Oración cedida por la Señorita de Religión del CEIP Mª Jesús Ramírez Díaz.
¡Muchas Gracias Belén!

No hay comentarios: